Un ataque de pánico es un miedo o ansiedad repentinos e intensos que pueden provocarte falta de aire o mareo, o hacer que sientas palpitaciones. Puedes sentirte como fuera de control. Algunas personas lo definen como la sensación de que están teniendo un ataque al corazón o que están a punto de morir.
Un ataque suele durar de 5 a 20 minutos.

Cuando te está ocurriendo esto, comienzas a sentirte extraño/a, inseguro, inquieto y con mucho miedo, el cual sueles comenzar a extrapolar a distintas situaciones (estar en la calle, solo, en lugares abiertos o cerrados, etc) Buscas seguridad estando con otras personas cercanas a tí y sueles restringir tus salidas y actividades.
Decides pedir opinión médica para que te hagan pruebas de todo tipo, pero no te detectan nada grave. Te dicen que quizá sea ansiedad y no te lo puedes creer. Entonces comienzas a preocuparte sobre cómo te afectará esto y cómo lo puedes resolver.
Es, a partir de aquí, cuando comienzas a valorar la posibilidad de acudir a un especialista.

Síntomas de un Episodio o Ataque de pánico

Los síntomas de un ataque de pánico pueden incluir:

1. Una sensación de miedo, terror o ansiedad intensos.
2. Dificultad para respirar o respiración muy rápida.
3. Dolor u opresión en el pecho.
4. Latido del corazón acelerado o que no es regular.
5. Sudoración.
6. Náuseas o malestar estomacal.
7. Mareo y temblores.
8. Entumecimiento u hormigueo.

En mi consulta te ayudaré a comprender qué te ocurre, por qué se produce y mantiene y te ayudaré a identificar tus síntomas. Una vez identificados, nos ponemos manos a la obra para reconceptualizar ideas, pensamientos, sentimientos, creencias, etc, así como identificar las “contingencias” que controlan las conductas y consecuencias que dificultan dormir, extinguiéndolas y sustituyéndolas por otras más adaptativas en un proceso consensuado y experimental conjunto.

A veces, es necesario apoyarse en un tratamiento farmacológico que debe pautar tu médico de confianza, recomendándole al paciente que visite a su M.A.P.

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